Las líneas de este texto, evocan recuerdos de la Bogotá clásica con profundo arraigo en el siglo XIX; con la clasificación de doce recetas que han sido fundamentales para la identidad gastronómica capitalina. Doce preparaciones inspiradas en las doce chozas que se levantaron para ser posible la fundación de la ciudad y que iniciaron un proceso de organización y consolidación de costumbres, que permitieron crear un diferencial en comparación con otros territorios.